ALCAZAR DE LOS BEJARANO
Muy cerca de la puerta del Triunfo, a la que defendía, señorea el alcázar de los Bejarano, del que sólo quedan la puerta y las dos torres. Está catalogado dentro del tipo de edificio de arquitectura militar para defensa. Todas las puertas del recinto amurallado estaban defendidas por las casas-fuertes de los linajes que gozaban de este prvilegio de conquista y asen tamiento entre otros muchas prerrogativas y mercedes que les concede el rey.
La puerta del alcázar tiene un gran arco escarzano y el escudo de los Bejarano (león rampante esquinado de cuatro cabezas de dragones). En ella una inscripción latina «Sub umbram alarum protégenos» (bajo la sombra de tus alas protégenos). Las torres, ya desmochadas como corresponde a la pérdida de su fin militar, con pequeñas ventanas de tipo mudejar de ladrillo. En la torre más cercana a la Puerta del Triunfo se puede ver una ventana de tipo árabe geminada que contrasta con la que está encima, construida posteriormente y más grande, ya de estilo renacentista con el escudo de la familia sobre ella.
Los Bejarano vinieron de Beja (en el Algarbe portugués) a la reconquista de Trujillo y junto a los Altamirano y Añascos fue uno de los tres linajes más favorecidos por el Rey por su participación destacada en la toma de la villa. Por eso está su escudo plasmado junto con el de los otros dos linajes en la Puerta del Triunfo a la que precisamente esta familia defiende con su alcázar.
Después de reconquistada la villa los Bejarano se van a Badajoz donde tuvieron problemas con los portogaleses. Será durante el reinado de Sancho IV entre 1289-1290 cuando se instalan definitivamente en Trujillo en este solar.
En 1375 a Alvar García Bejarano se le entregó la zona de Ore-llana la Nueva o de Orellana de la Sierra como señorío para poblarla. Al linaje Bejarano pertenecen los Vargas, Carvajal, Camargos y Bonillejas entre otras familias trujillanas.
Para la película de Colón, protagonizada por Depardieu, en una de estas torres, la que está frente a la puerta del cementerio colocaron una cúpula metálica azul verdosa con la media luna árabe que parecía el alminar de una mezquita y en la calle del cementerio estaba el zoco o mercado árabe, con esta ambientación mora Trujillo pudo recuperar durante unos días su pasado árabe. Fuente: Guía turística de Trujillo y vida de Pizarro Autor: Magdalena Galiana Núñez
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