PALACIO DE LOS DUQUES DE SAN CARLOS
EXTERIOR
Llamado así por el título que tiene esta familia del Ducado de San Carlos con grandeza en España. Es un edificio todo de sillería. La puerta principal es de decoración renacentista enmarcada entre columnas jónicas, ya muy barroca, con bustos en altorrelie-ve, grutescos y medallones. La otra fachada tiene cuatro niveles, el primero es una galería porticada, sobre ella tres balcones en línea con el de esquina, encima una logia adintelada, sobre la cual se abre una serie de ventanas rectangulares que también recorre la otra fachada, una cornisa muy articulada remata las dos alas del edificio. El bello balcón de esquina tiene en el tímpano un busto en altorrelieve flanqueado de angelotes con cornucopias, sobre él el escudo de la familia, la banda de los Carvajal y las tres ondas de los Vargas, sustentado por un águila bicéfala, privilegio que les concede Carlos V, porque un miembro de esta familia intervino muy activamente para que Carlos V fuera nombrado Emperador.
INTERIOR
En el interior un patio central, como en la mayoría de los palacios trujillanos, organiza todas las demás de pendencias palaciegas. En este caso es de líneas clásicas, columnas toscanas y decoración de clípeos en la galería superior. Por él se llega a la gran escalera volada de tres tramos de enormes y amplios peldaños, en la que aparece el nombre del constructor, «A, Mera me fecit. MDCLXI». Hay otras tres escaleras de caracol (una de ellas doble) para subir a los últimos pisos. Cuenta la casa con al-gibe, sótanos, chimeneas talladas en granito en el interior y las que asoman por la cubierta de estilo mudejar de ladrillo. Son dignos de mención los artísticos artesonados que constituyen un gran complemento decorativo. El escudo de la familia Vargas-Carvajal se repite tanto en la fachada como en el interior.
Desde los años 60 el edificio es convento de Jerónimas, que antes habitaban un convento intramuros. Gracias a las gestiones de la entonces Madre General de las Jerónimas, sor Cristina de Arteaga, hija de los Duques del Infantado y por tanto familiar de la casa, los actuales dueños del palacio, que son los Duques de San Carlos, Marqueses de Santa Cruz y Condes del Puerto, se lo cedieron temporalmente para que puedan vivir en él.
Este bello palacio está construido sobre lo que fue una fortaleza de los visigodos según el testimonio de algunas piedras con decoración visigótica. Sufrió un grave incendio en el que se quemaron algunos techos que eran de madera de Flandes. Fuente: Guía turística de Trujillo y vida de Pizarro Autor: Magdalena Galiana Núñez
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