ALCAZAR DE LOS ALTAMIRANOS
Muy próximo al aljibe árabe está el Altamirano, un alcázar con dos torres, ya desaparecidas, que pertenecían a la muralla. Es un edificio en plena muralla, la cual dominaba para su defensa. Es el punto más elevado después del castillo, de ahí su nombre Alcazarejo (pequeño alcázar). Por su altura vigilaba los caminos, ya que es una de los puntos más altos, y por su proximidad defendía la ronda de las Almenas y reforzaba la defensa de la puerta de San Andrés. Era un punto clave para la defensa de la población desde esa alta posición.
El Alcazarejo de los Altamirano fue la casa-fuerte más importante de Trujillo en los siglos medievales y es el solar del linaje más privilegiado de la ciudad, los Altamirano.
Los Altamirano tienen su origen en la sierra de Altamiros (León), llegan a Trujillo igual que los otros linajes en el siglo XIII, tenían la merced de las rentas de todos los pecheros del lugar, de ahí su simbólico escudo, las diez monedas o bezantes de oro en campo de plata.
Con sus armas se sellaban los pesos y las medidas de la villa. A este linaje pertenece el mítico héroe de la toma de Trujillo Fernán Ruiz de Altamirano, al cual se le honró con el título de Rico-Home de Castilla y fue el primer alcaide de la Fortaleza. A los Altamirano les correspondía la mayor parte de los oficios del Concejo: los regidores y fíeles.
Fueron señores de Orellana la Vieja, el rey don Alfonso concede en 1335 el señoría de Orellana a Juan Alonso de la Cámara. Desde entonces se llamaban también Orellana utilizando el topónimo como apellido indistintamente que Altamirano y tenían el mismo escudo los Orellana y los Altamirano, los diez róeles o monedas porque son la misma familia.
A este linaje pertenecían los Chaves, Calderón, Hinojosa, Loaisa. Escobar, Sotomayor, Paredes. Fuente: Guía turística de Trujillo y vida de Pizarro Autor: Magdalena Galiana Núñez
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