ESTATUA ECUESTRE DE FRANCISCO PIZARRO
La magnífica estatua ecuestre de Francisco Pizarro fue regalo de un norteamericano, don Carlos Rumsey, gran admirador y entusiasta de Pizarro que era muy aficionado a la escultura. No sabiendo como enaltecer y perpetuar la memoria de Francisco Pizarro, modeló una estatua ecuestre del ilustre trujillano.
La estatua que esculpió don Carlos Rumsey es de bronce y, según datos de José Lozano, pesa 6.500 kgs., es de dos piezas, una forma el caballo y medio cuerpo del jinete hasta la cintura y la otra el resto. Fueron canteros trujillanos los encargados de dar forma al granito traído de Santa Cruz para hacer el pedestal, donde pusieron la fecha de la efeméride, las armas de los Pizarro y el nombre de los donantes.
El monumento fue inaugurado en junio de 1929, aunque fue donada en 1927 por la ya viuda del autor María Harriman. La obra fue examinada antes por el gran escultor Mariano Benlliure que dijo de ella «era una escultura perfecta que denotaba gran conocimiento de los trajes de la época, de las armas y de los acarreos».
Existe otra estatua gemela que regalaron a Lima.
Representa a Pizarro como a un caballero armado en actitud militar, espada en ristre, los penachos del casco al viento, cabalgando en su caballo que va al paso, sobre pedestal granítico. Es un homenaje al conquistador por excelencia; la estatua de Pizarro son las señas de identidad de Trujillo y su imagen ha dado ya la vuelta al mundo.
En el pedestal de la estatua se puede leer en la parte de delante:
«Francisco Pizarro. Conquistador del Perú»;
y en la parte trasera:
«Carlos Rumsey de New York, Estados Unidos, labró la Estatua. La señora Rumsey la donó a la ciudad de Trujillo. Año 1927».
Fuente: Guía turística de Trujillo y vida de Pizarro Autor: Magdalena Galiana Núñez
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