PALACIO MUNICIPAL O ALHONDIGA En el siglo XVI, el Concejo trujillano levantó una albóndiga o depósito de granos al sitio donde estaba el Rollo, en lo que antes se llamaba la Plaza del Mercadillo.
En virtud de una Real Cédula que los Reyes Católicos firman en Medina del Campo en 1504, se crea una albóndiga en Trujillo:
«Nos parece que esta ciudad debía tener una casa de albóndiga que siempre estuviera bien proveída de trigo... donde siempre haya trigo sobrado», para que nunca hubiera necesidad de pan.
Las obras se ejecutaron entre 1566 y 1586. De esta época es la puerta principal y las naves cubiertas con bóvedas de medio cañón de sillería, que están a los lados.
La puerta principal es renacentista, adintelada, de fino granito berroqueño, con airosos modillones. En el dintel hay una inscripción: «Primero de setiembre de 1556, la muy leal ciudad de Trujillo mandó hacer y se comenzó esta albóndiga siendo Corregidor y Regidores y Diputados los ilustres señores Pedro Riquelme de Villaviciosa, Corregidor y Pedro Suárez de Toledo y Juan Pizarra de Orellana». En el centro está el escudo de la ciudad: la Virgen con el Niño, sobre una muralla y entre dos torres.
A través de la puerta principal, a cuyos lados están las de los primitivos almacenes de cereales y caldos, se entra a un patio de columnas pareadas de estilo toscano.
El patio de la albóndiga se utilizó para representaciones teatrales. Por eso se conoció a este edificio con la denominación popular de «Casa de Comedias». En una lápida, se puede leer: «A la memoria del Príncipe de los Ingenios, Miguel de Cervantes que ensalzando en su "Quijote" las hazañas del trujillano Diego García de Paredes inmortalizó esta histórica y heroica ciudad de Trujillo».
En un ángulo del patio, está colocada la Campana de Concejo. «Durante siglos, la campana para el toque de queda estuvo en la torre de la iglesia de Santiago. Por estar quebrada e inservible la anterior, esta campana fue fundida en el año 1816, y permaneció en dicha torre hasta que, por acuerdo del Concejo de 24 de febrero de 1817, se trasladó al Ayuntamiento Viejo, colocándola en una espadaña que se construyó en el tejado. El toque de queda se daba en invierno a las nueve y en verano a las diez, con ciento veinte campanadas, distribuidas en pausas de a cuarenta. Con motivo de fuego, fuga de presos, alboroto popular o por otras causas análogas, el toque se ejecutaba sin orden de campanadas. Cuando el Ayuntamiento salía reunido de las Casas Consistoriales para cualquier objeto, se daban cuarenta campanadas».
La estatua de Diego García de Paredes, el «Sansón Extremeño», preside una majestuosa escalera que se bifurca hasta llegar a la segunda planta. Bajo el hueco del rellano derecho hay otro depósito de trigo cubierto con bóveda de medio cañón de sillería.
El hueco de la escalera está coronado por un elegante artesonado de madera que contiene escudos de armas y efemérides de la historia de la ciudad.
En la planta central está la Sala Capitular. Es rectangular, con amplio estrado, para los miembros de la Corporación Municipal. Sobre dicho estrado cuelga un dosel de terciopelo rojo, en uso del derecho que confiere al Ayuntamiento de Trujillo el Rey Felipe IV, por Real Cédula fechada en Madrid a 9 de octubre de 1640, para que se titulase Señoría y usara dosel donde quiera que estuviere el Concejo en cuerpo de Ciudad, por los muchos, buenos y leales servicios que esta Ciudad prestó a sus Reyes.
Es a fines del siglo XIX cuando este edificio se adaptó para sede del Ayuntamiento, a causa del deterioro en que se hallaban las Casas Consistoriales situadas en la Plaza Mayor, conocidas como Ayuntamiento Viejo. El proyecto lo realizó el arquitecto municipal Eduardo Hervás en 1887, respetando las formas renacentistas y añadiendo una planta para vivienda de funcionarios.
Después de trasladar todas las dependencias a esta antigua alhóndiga, el 29 de octubre de 1888 se celebra la primera sesión concejil, y desde entonces será el nuevo Palacio Municipal.
En los últimos seis años, las partes más nobles de este Palacio Municipal, entre las que destacan la Sala Capitular y el despacho del Alcalde, están siendo restauradas en mobiliario y decoración, mediante la colocación de suelos de mármol, parquet, cortinas, lámparas de bronce, reposteros, alfombras, espejos, etc., con lo que se ha conseguido un conjunto grandioso y elegante, que revaloriza el inmueble y prestigia las funciones que se ejercen desde el mismo. Todo ello se debe a las brillantes ideas y al tenaz entusiasmo de don Abelardo Muñoz Sánchez, Secretario General del Ayuntamiento, al que, desde aquí, con toda justicia, agradecemos su dedicación y desvelos por Trujillo.
El Ayuntamiento de Trujillo tiene el tratamiento de Excelentísimo, por concesión de S.M. la Reina Regente doña María Cristina, que lo otorgó por Real Decreto de 12 de octubre de 1892, por su destacada intervención en la Conquista de América.
Fuente: Guía turística de Trujillo y vida de Pizarro Autor: Magdalena Galiana Núñez
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