Muy
cerca de Badajoz, en nuestro camino hacia Alburquerque, se
encuentra la población de Bótoa, donde se celebra la famosa
Romería de la Virgen de Bótoa el domingo siguiente
al de Pascua de Resurrección, congregando a decenas de miles
de personas en un paraje admirable entre encinares.
Entre alcornocales y abundante zona granítica
cercana al Embalse de Peña del Águila, excelente zona de pesca,
se sitúa Villar del Rey, famosa internacionalmente
por su producción de pizarras para la construcción.
La Iglesia Parroquialde Ntra. Sra. del
Rosario es del siglo XVI y en las afueras de la población
se encuentra la Ermita de Ntra. Sra. de la Rivera,
donde se celebra su famosa romería.
Más al norte nos saluda Alburquerque
ya en las estribaciones de la Sierra de San Pedro, con su
impresionante Castillo de Luna, construcción de principios
del siglo XIV; actualmente Residencia Juvenil de la Junta
de Extremadura, muy bien conservado y donde destaca su torre
del homenaje. En él se representan pasajes medievales en el
mes de agosto.
La localidad, que estuvo amurallada, aún conserva
algunas puertas, caso de la conocida como "de la Villa". Su
Iglesia de Santa María del Mercado es del siglo XIII,
reedificada en el XIV con rasgos románicos y mudéjares. La
Iglesia Parroquialde San Mateo es de los siglos XVI
y XVII.
Casas con portadas de cantería, puertas ojivales y calles con trazas típicamente medievales abundan, sobre todo, en su interesante barrio medieval.
Bañada por las aguas del río Gévora se sitúa
La Codosera, rodeada por numerosas aldeas enclavadas
en zonas de gran belleza natural. Esta bella localidad fronteriza
posee un interesante castillo, erigido en la parte
superior de la población junto al cual se levanta una imagen
del Corazón de Jesús.
Sin duda, sobre todos sus edificios destaca
la majestuosa Ermita de Ntra. Sra. de Chandevila a
poca distancia de la población, lugar de peregrinación donde
el 27 de mayo se celebra una de las romerías más populosas
e importantes del oeste extremeño.
San Vicente de Alcántara está situada
entre serranías y onduladas dehesas de encinares y alcornocales;
base de una importante industria productora de corcho que
le da a esta población del título de "capital del corcho"
extremeño.
La Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir,
de estilo clasicista, es del siglo XVIII. Su término municipal
es rico en dólmenes, recomendando la realización de algunas
de las rutas que están señalizadas, o bien la visita al cercano
Castillo de Piedrabuena del siglo XIV, sede de la Orden
de Alcántara.
Pocos kilómetros más al norte, también entre
serranías de encinares y alcornocales, llegamos a Valencia
de Alcántara, que se asoma sobre una importante elevación
granítica. Su maravilloso patrimonio megalítico de dólmenes,
en perfecto estado de conservación, fáciles de visitar y bien
señalizados, han hecho de esta localidad un punto de obligada
visita para los amantes de este legado histórico.
En el interior de la población su majestuosa
Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de Rocamador, declarada
Monumento de Interés Histórico-Artístico; está realizada entre
los siglos XV y XVI, siendo éste el lugar donde se casaría
Isabel, la hija de los Reyes Católicos con el rey de Portugal
Manuel el Afortunado en 1497.
Uno de los más atractivos y mejor conservados
barrios góticos de España se en encuentra en Valencia de Alcántara
con abundantes portadas ojivales. Su Iglesia de la Encarnación
es de estilo renacentista y fachada gótica. El 15 de mayo
celebra su tradicional Romería de San Isidro, declarada Fiesta
de Interés Turístico Regional.
Muy cercana a Valencia de Alcántara está "La
Raya" con Portugal y en torno a ella algunas aldeas limítrofes
con la vecina región de Alentejo; son los casos de La Fontañera,
La Aceña de la Borrega, Las Lanchuelas, Alcorneo
y Jola, con una entorno natural de lo más atractivo
de Extremadura, donde alcornoques y pinos llenan de colorido
una zona donde no faltan bellos ejemplos de dólmenes. La lindante
Sierra de S. Pedro está declarada Zona de Especial
Conservación. |